Bienestar

Testimonio #Reto21diasconMaye

Cuando me planteé seguir a Mayela y su reto de 21 días no sabía con qué me iba a enfrentar. Lo que me impulsó a seguirla, más allá de nuestra amistad de tantos años, fue el deseo de vivir una vida un poco más saludable sobre todo en momentos como este donde el sedentarismo y la ansiedad pueden afectar tu estabilidad emocional.

Transcurría el mes de junio y me aceptó como una de las participantes para el reto. Dentro de los requerimientos para este reto esta llenar un cuestionario general sobre salud, el cual llené conforme a lo que me especificaron. Mayela también me facilito me una lista con una serie de vegetales, hortalizas, proteínas y verduras recomendados junto a un plan de alimentación y algunas recetas para que fuera desarrollando platos que terminaron resultando dentro de mi metabolismo, permitiéndome vivir una vida saludable.

La metodología establecida por Mayela en su reto de 21 días busca generar hábitos saludables de alimentación, entrenamiento muscular y regulación del ciclo circadiano, permitiendo que todos los que participen puedan gozar de un estilo de vida saludable. Mayela observa la evolución de cada uno de sus participantes donde los participantes a través de un grupo de WhatsApp en común, donde a través de sesiones de asesoría nos enseñó a cada uno a comer de forma apropiada y a apreciar los objetivos individuales que cada participante se tenía planteado. Es un programa que busca el equilibrio de la salud, elaborado para todos aquellos que deseen el llegar a su punto de equilibrio, es decir, donde convergen la estabilidad emocional y la vida saludable.

Luego de una vida sin el más mínimo interés por entrenar ni meditar me vi en la necesidad de hacer ejercicios físicos y mentales a diario. Normalmente a eso de las 5:30 nos llega el primer mensaje. Es una bienvenida al nuevo día con recordatorio para iniciar la actividad, desconocía la cantidad y variedad de personas que se dedican al bienestar en las redes sociales. Salto de la cama, me pongo mi traje y antes de desayunar me activo con apenas media hora ya estoy lista para mi meditación.

Desde ese momento, mientras transcurre el día hay que compartir fotos: jugo asignado, desayuno, merienda, almuerzo, merienda y cena, todo esto teniendo en cuenta cada una de las instrucciones que se nos facilitaron. Todo esto durante 21 día ininterrumpidos, el ciclo comienza, trabajamos, llega la hora de dormir y volver a empezar. Antes de comenzar el reto es necesario enviar algunos datos importantes para evaluar el progreso de cada participante, esto incluye las medidas, fotos de cara, frente y perfil que nos permitirá comparar y demostrar los avances al terminar el reto.

 

Es necesario acotar que el observar cómo lo hacen los demás es un estímulo motivador importante. Comparo recetas, formas de preparar los alimentos, emplatados y presentación, esto no solo me ayuda saber que se puede preparar de maneras distintas, sino que además tengo habilidad para lograrlo. Este tipo de técnicas me permite como participante aportar y compartir ideas y distintos procedimientos, enriqueciendo al grupo.

No es limitante el número de veces que se puede realizar el reto de 21 días, de hecho, yo lo repetí luego de haberlo concluido la primera vez. La razón de esto fue porque realmente en 21 días no había alcanzado la meta que me había trazado y tome la decisión de repetir. Por supuesto, la siguiente vez es más fácil ya que como participante conoces cuál es la dinámica, logras organizarte con respecto a las comidas y la variedad de platos que puedes realizar. Un elemento que es fundamental dentro del reto de los 21 días es la planificación para asegurar que todo lo necesario estará en la nevera y la despensa.

Otra cosa que merece especial atención son las cápsulas de información ya que a lo largo de las tres semanas Mayela nos facilita una serie de tips útiles para aplicar al diario vivir. Personalmente aprecio este tipo de aportes debido a que el conocimiento está disperso en la red, pero el esmero de consolidar todo lo que recibí a lo largo de los 21 días y cada vez, de manera espontánea, directa y digerible hace de este plan una excelente herramienta para vivir con salud emocional.

Mayela me enseñó que, si se puede, que sólo requerimos un empujoncito, organización, autodisciplina, dedicación y perseverancia.

Mariaé Azpúrua – Diciembre 2020

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