Lo primero que debes internalizar es que la menopausia no es una enfermedad. Si no, un proceso natural que involucra algunos cambios. Tales como, el fin de los periodos de menstruación.
Sin embargo, hay que admitir que la llegada de la menopausia puede ser una verdadera molestia, tanto a nivel físico como a nivel emocional. En el común de las mujeres, estos cambios aparecen entre los 48 y los 54 años, aunque el promedio de edad es a los 51 años.
Afortunadamente, existen algunos hábitos que podemos adoptar para que el impacto de estos cambios sea lo más natural y positivo posible. Entonces, si se puede tener una menopausia feliz.
¿Cuáles son estos cambios que trae la menopausia?
Cerca del 80 % de las mujeres en esta etapa de la menopausia sufren cambios tales como sofocos repentinos, alteraciones como trastornos del sueño y, sequedad vaginal. En algunos casos, carencia de apetito sexual.
La menopausia inicia con la pérdida gradual de la menstruación. Esto debido a que los ovarios dejan de producir las hormonas de estrógenos y progesterona. Un síntoma muy característico de la menopausia son los sofocos repentinos. Como un trastorno vasomotor que se presenta durante esta etapa.
Además, basta con añadir la sequedad vaginal, un síntoma que solo llega hasta que aparece la menopausia.
Otras alteraciones de orden emocional son los trastornos del sueño. Donde se puede experimentar insomnio con frecuencia. En un menor porcentaje de mujeres en esta etapa de menopausia, se pueden manifestar síntomas como irritabilidad, nerviosismo, ansiedad, estados depresivos más o menos prolongados, dolores de cabeza, entre otros de esta naturaleza.
Con este escenario, la mala fama de esta etapa natural en la vida de la mujer, está más que bien ganada. Sin embargo, hay que aclarar que los síntomas más agudos solo se presentan en un 20% de las mujeres.
Además, con buenos hábitos y rutinas de alimentación, así como con una mayor actividad física, podemos gestionar estos cambios de forma mucho más feliz y saludable.
Adopción de una alimentación saludable
En definitiva, seguir una dieta sana y equilibrada, será de mucho beneficio en todas las etapas de nuestra vida. Aún más durante la menopausia. Una alimentación rica en frutas y verduras no solo ayuda a prevenir el sobrepeso.
Alimentación durante la menopausia
Reducir el consumo de grasas saturadas y azúcar procesada, así como aumentar la ingesta de cereales integrales, frutas y verduras. Incluir productos que contengan calcio, preferiblemente los lácteos desnatados y pescado. Forma parte de la alimentación durante la menopausia.
Se recomienda también incluir, por lo menos cinco raciones diarias de frutas y verduras. Si se apetece un plato de pastas o pan, lo mejor es optar por variedades integrales.
En esta rutina alimenticia no podemos dejar de lado el consumo de legumbres como lentejas, garbanzos, y soja. Se pueden complementar con frutos secos en cantidades moderadas.
Los frutos secos para fortalecer el sistema óseo
Además, durante esta etapa de la menopausia, es muy importante compensar la reducción de estrógeno, lo cual debilita los huesos. Entonces, para transitar por una menopausia saludable, se recomienda ingerir unos 1.000 miligramos de calcio diario desde la ingesta de este nutriente que está presente en los productos lácteos.
Aunque también, el calcio está presente en otros alimentos tales como en los frutos secos y semillas como el sésamo, las de calabaza y las de girasol. También en los cereales integrales podemos consumir calcio. Así como también en las verduras verdes como el brócoli o las espinacas. En algunos pescados como la sardina.
Es necesario consumir estos alimentos ricos en calcio, con otros que contengan vitamina D. Esto para ayudar a nuestro organismo a que absorba el calcio de forma mucho más eficiente. Este es un nutriente que está presente sobre todo en alimentos como los huevos, el pescado azul, y en el arroz integral.
Actividad física para una menopausia saludable
El sedentarismo es el enemigo número uno del bienestar general y la salud. Estadísticas recientes indican que cerca del 60 % de la población mundial, tiene un estilo de vida sedentario.
La actividad física es necesaria para mantener en equilibrio la presión arterial, el sistema circulatorio y cardiovascular, en el alivio del estrés y en el fortalecimiento del sistema inmune.
Pero, además, uno de los más graves problemas, es que la falta de ejercicio y actividad física sin duda agudiza los síntomas durante la menopausia. En especial los vinculados con el insomnio, la depresión y el sobrepeso.
Sin duda que este sedentarismo es el gran desencadénate de riesgos en la salud física y mental. Pero es que, la actividad física es necesaria para ayudar a reducir los síntomas severos de la menopausia.
Practicar ejercicios o rutinas relajantes como el yoga y los pilates, trae grandes beneficios a la salud mental y física de las mujeres durante la etapa de la menopausia.
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