Bienestar

Dieta, si o no

Dietas Beneficiosas, Si o No

En este mundo moderno y de avance tan acelerado, sin quererlo las comodidades y los pésimos hábitos alimenticios en el común estan socavando nuestra salud.

Frente a una sociedad donde se rivaliza el concepto de autoimagen ficticio que anda tiene que ver con un estilo de vida verdaderamente saludable, el aumento de peso generalizado, se ve altamente favorecido en todas partes del mundo debido a la tecnología, los ascensores, controles remotos, extensiones telefónicas, y hasta los medios de comunicación que de muchas formas diversas han hecho disminuir nuestro gasto energético cada vez más.

En pocas palabras, lo cierto es que vivimos en una sociedad moderna y eso no es que sea malo, sino que está cada vez más envuelta en una peligrosa tendencia al ocio y el sedentarismo; además de los pésimos hábitos alimenticios que se estan promoviendo constantemente.

Marcando Un Estilo de Vida

Lo primero que hay que revisar en definitiva es el estilo de vida, como aquella conducta que se hace todos los días y en la cual, por supuesto está involucrada la alimentación, actividades laborales y de estudio, familia, momento de esparcimiento inclusive el descanso que es esencial.

Por otro lado, se entiende que comer en exceso más un bajo gasto de energía motivado a un estilo de vida sedentario puede dar fácilmente como resultado una condición de obesidad.

Una Dieta Saludable acompañada de Actividad Fisca

El estilo de vida sedentario, es decir, el estilo de vida inactivo es una característica muy común en las sociedades desarrolladas, donde prevalece la disminución en la actividad física motivada a la escasa seguridad vial y ciudadana que han hecho que disminuya de forma considerable el porcentaje población haciendo ejercicio, o simplemente desplazándose en bici al trabajo o al colegio.

Al igual que acudir a parques y espacios públicos a practicar algún deporte o alguna actividad de ocio. Entonces, es cada vez más común ver cómo estas actividades de muy bajo gasto energético y esfuerzo físico adquieren mayor popularidad y prevalencia en la población.

En este estilo de vida saludable la alimentación juega un papel fundamental, y como es de imaginarse, alcanzar una rutina saludable es algo más complicado que simplemente seguir una dieta durante un tiempo determinado. Lo que quiere decir que, para conseguir estos nuevos hábitos, se deben aprender nuevas habilidades para enfrentar a los problemas que impiden en primer lugar perder peso.

Cualquier profesional que trate la obesidad debería ser capaz de proveer estas herramientas, pero lo más recomendable es buscar soporte en un profesional de esta área. Ahora bien, se trata de un problema de salud que debe ser tratado por profesionales y eso hay que internalizarlo.

En pocas palabras, en un escenario de múltiples alternativas muy bien comercializadas tales como la liposucción, mesoterapia, acupuntura y otras tantas dietas veloces que por sí solas tendrán un efecto casi nulo sino se entiende que el comienzo es efectuar cambios sobre el estilo de vida, los hábitos alimenticios y una rutina de actividad física.

Beneficios De Una Vida Activa

Se ha comprobado que llevar una vida físicamente activa produce muchos beneficios para la salud pues disminuye considerablemente el riesgo de mortalidad por enfermedades cardiovasculares, retrasa el desarrollo de hipertensión arterial, reduce los triglicéridos y aumenta el colesterol HDL, disminuye considerablemente el riesgo de padecer Diabetes de tipo 2, incluso del padecimiento de ciertos tipos de cáncer.

La actividad física se vincula de manera repetitiva a los hábitos de vida saludable para la mejora física y mental de las personas.

Vida Familiar

La organización de la vida familiar y laboral actual ha contribuido a que se reduzca considerablemente el tiempo a la compra, preparación y el consumo de alimentos realmente, pues la mayoría de las veces se opta por soluciones aparentemente “fáciles y accesibles” en oposición a la preparación y la calidad de los mismos.

Se han perdido totalmente las habilidades culinarias y creativas en las familias, pues tienden a concentrarse las comidas en reunión solo en los fines de semanas, mientras que en los días laborales cada miembro de la unidad familiar realiza con frecuencia el almuerzo, en el lugar de estudio, trabajo o en el peor de los casos un establecimiento de comida rápida.

En otras palabras, se dedica menos tiempo en cantidad y calidad a la principal comida del día. Lo que es realmente preocupante, es que las nuevas tendencias sociales promueven formas de comer tanto dentro como fuera del hogar, además también incitan a un nuevo comportamiento general en nuestros estilos de vida.

Hay que recobrar de forma consiente la responsabilidad de nuestros hábitos alimenticios. Se trata de esa autonomía que nos permita hacer una correcta elección de nuestra calidad de vida, fomentando la educación e información a todos los niveles, dándole prioridad a los aspectos de prevención sobre la calidad de la alimentación.

 

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