Se le llama al intestino nuestro segundo cerebro porque de hecho están conectados. El nervio vago conecta al cerebro con el intestino, asi que efectivamente hay una comunicación. Cuando se presentan situaciones de estrés o ansiedad, se manifiestan síntomas en el intestino, y viceversa.
Pero no solo se conoce el intestino como el segundo cerebro por esta conexión. Sino porque el intestino posee al menos la mitad de neuronas que hay en el cerebro. Lo que quiere decir que nuestro intestino puede funcionar solo, a diferencia de cualquier otro órgano.
¿Por qué es importante cuidar la salud y cuidado del intestino?
En la actualidad, el cuidado del intestino ha cobrado una importante relevancia en la salud y calidad de vida. Es que el cuidado del intestino ha superado la barrera de la salud intestinal, de ahí que tiene un gran impacto en la salud general de las personas.
No se puede hablar de salud intestinal sin que sea necesario aclarar el rol clave de la microbiota. Lo que se conocía como flora intestinal. Es decir, en referencia a los millones de bacterias que se encuentran en el intestino grueso.
Esta cantidad de bacterias o microorganismos ahí alojados, crean una especie de película que recubre el tapizado del intestino grueso o colon. Esas bacterias las tenemos desde que nacemos.
De ahí en adelante se va conformando la microbiota intestinal. Por lo tanto, en la calidad de ésta, guarda mucha relación el cómo es nuestra alimentación y, además, nuestro estilo de vida.
Pero, por si fuera poco, investigaciones actuales confirman que la microbiota intestinal participa activamente en esta conexión que existe entre el intestino y el cerebro. Desempeñando un importante rol en el funcionamiento cerebral. Por lo tanto, influirá en otras funciones del organismo.
Rol de la microbiotia intestinal sobre el estrés, ansiedad y depresión
En este orden de ideas, a partir de esta conexión, se puede afirmar que existe una estrecha relación entre un desequilibrio intestinal y ciertos trastornos emocionales y psicológicos tales como el estrés y la ansiedad.
Entonces, la microbiota intestinal desempeña un papel de impacto en el comportamiento y actividad emocional. En pocas palabras, una microbiota saludable tiene un rol protagónico no solo para ayudar a nuestro organismo en la defensa de parásitos en el intestino, absorber nutrientes y vitaminas, y al digerir algunas sustancias.
Sino que, además, juega un papel clave en la producción de serotonina y otras hormonas que nuestro cerebro necesita. Esto nada más detallando sobre la función digestiva de la microbiotia.
Todavía existen muchas investigaciones en curso respecto a este tema. Por ejemplo, dado que, en la microbiota, estas bacterias conviven además con células inmunológicas en el intestino. Esta tiene un impacto en la capacidad de combatir enfermedades autoinmunes.
Asi como también en el fortalecimiento de la inmunidad para hacer frente a muchas infecciones. Es decir, en nuestra microbiota se concentra gran parte del poder de inmunidad que tenemos las personas.
¿Como tener una microbiota saludable?
Si bien en la actualidad se contemplan con mayor seriedad aquellos temas que tienen que ver con una alimentación saludable como parte de un estilo de vida. Lo cierto es que tener una microbiota saludable o un intestino saludable no es una tarea sencilla.
Sin duda, la manera en que comemos representa un factor clave para tener una microbiota mucho más saludable. En general, los malos hábitos de alimentación, el consumo de alcohol y tabaco, el estrés y el consumo de algunos fármacos, son los principales causantes de que nuestra microbiota no sea la más saludable.
Cuando se pierde el equilibrio en la microbiota estamos mucho más propensos a desarrollar fermentación. Es decir, un impacto en nuestra salud digestiva y, por ende, en el estado general de salud.
De ahí que nuestro estilo de vida influye en la salud y el equilibrio de las bacterias y microorganismos en el intestino. Cuando comemos de forma saludable, con una dieta muy variada, se fortalece la flora intestinal. También hay que evitar la ingesta de tóxicos, realizando rutinas de ejercicio y actividad fisca.
Se ha popularizado el consumo de alimentos fermentados o probióticos asi como de prebióticos, lo que desde siempre se ha recomendado como grandes aliados para mejorar la salud y equilibrio de la microbiota.
¿Por qué consumir probióticos y prebióticos?
El consumo de probióticos ayuda a ingerir microbios específicos que son beneficiosos para el intestino. Se trata de incluir la cantidad y diversidad equilibradas de microorganismos. En específico, compuestos por bacterias, pero también levaduras. Tales como los lactobacilos y los estreptococos.
Mientras que los prebióticos, son los componentes de los alimentos no digeribles que permiten la actividad y el crecimiento de los microorganismos en la flora intestinal o microbiota. Tales como los hidratos de carbono, proteínas y lípidos.
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