El signo más común en la inflamación de la tiroides sin duda está asociado al dolor. En algunas ocasiones, se puede extender este dolor de forma muy significativa hasta la mandíbula y hacia los oídos.
Ahora bien, una tiroiditis subaguda es una inflamación de tiroides que se puede presentar posterior a una infección a nivel de las vías respiratorias. Lo cierto es que se trata de una enfermedad muy poco común. En síntesis, la puede ocasionar una infección de naturaleza viral a nivel de los senos paranasales, oídos o en la garganta.
¿Cómo detectar la infamación de tiroides?
En el caso de una tiroiditis subaguda, hay que prestar atención a los siguientes signos:
- Sensibilidad al ejercer presión superficial
- Dificultad para tragar
- Dolor al tragar
- Fatiga y debilidad general
- Estados febriles
Del mismo modo, la inflamación de la glándula tiroides se puede ocasionar debido al consumo de algunos fármacos por tiempo prolongado, así como también durante el periodo de gestación o embarazo.
Por otro lado, cuando se sospecha de la existencia de nódulos en la tiroides es de carácter obligatorio un diagnóstico médico. Estos nódulos se originan por el crecimiento de células en la glándula tiroidea. Según sea el caso se pueden presentar signos tales como la aparición de un bulto localizado en el cuello.
También es muy común que algunos nódulos puedan pasar desapercibidos, otros pueden desarrollar un crecimiento de tamaño lo suficientemente importante como para ser visibles, y además dificultar seriamente la deglución y la respiración.
Exploración física de la tiroides
El examen físico médico de la tiroides se realiza mediante procedimientos de inspección y palpación. Normalmente, no se puede apreciar ninguna alteración de la tiroides en la inspección, de hecho, no se palpa. De ahí que, si es de tamaño normal, solo será posible la palpación con un especial cuidado y siguiendo el procedimiento médico preciso.
En el caso de que se detecte un aumento en el volumen, se debe realizar también la auscultación de la glándula y la medición del cuello. En términos sencillos, la glándula tiroidea está unida a la tráquea, de ahí que se eleva al deglutir. Por lo tanto, y para que el procedimiento de inspección y la palpación sean de mayor efectividad, el especialista también aplicará el procedimiento mientras el paciente traga. Es importante aclarar que siempre hay que acudir al especialista ante cualquier síntoma de tiroides inflamada.
Cabe destacar que el bocio, como resultado de la inflamación de la toroides o bien por un crecimiento celular en uno o más nódulos, puede estar vinculado a cambios en la función de la tiroides, ya sea en el aumento o en la disminución de las hormonas. Lo que también tiene consecuencias en el estado de salud general.
Hábitos de higiene para el cuidado de la tiroides
Como ya hemos detallado, uno de los signos que evidencian tiroiditis de Hashimoto, es un aumento en el nivel de anticuerpos en sangre. Dependiendo del caso, los síntomas pueden comenzar difusos y leves.
Una vez realizado el diagnóstico, el especialista indicará el debido tratamiento. Sin embargo, es importante adaptar algunos hábitos que ayudarán considerablemente en la recuperación.
1. Cuidar el intestino
El 70% del sistema inmunológico se centra en el intestino, asi que hay que eliminar la ingesta de alimentos que causen inflamación. Tales como productos procesados, pesticidas y conservantes, lácteos, metales pesados, azúcares, aguas cloradas y fluoradas, exceso de proteína animal, gluten y soja.
Es esencial mantener el equilibrio en la microbiota intestinal. Este es un ámbito de conocimiento que esta cobrando mucha relevancia en la actualidad por sus implicaciones en un estilo de vida saludable.
2. Consumo de micronutrientes
Se recomienda el consumo de selenio, yodo hasta 20 mg diarios, vitamina D3, cobre, magnesio, hierro, zinc, vitaminas E y B12, y alimentos ricos en probióticos o alimentos con bacterias. Precisamente para el cuidado de la microbiota.
3. Evitar el estrés
Hay que estar mucho más conscientes del gran perjuicio que causa el estrés en la salud. No solo al bienestar general sino al equilibrio emocional y mental. Asi que es necesario entender la importancia de respetar ciertos hábitos tales como las rutinas de descanso, practicar técnicas de relajación como yoga, hacer pilates o cualquier otra actividad realmente placentera que ayude a prevenir la fatiga suprarrenal. Asi como el exceso de hormonas del estrés.
Los hábitos en la alimentación, el adecuado descanso y la actividad física son en general los elementos clave para alcanzar un bienestar general. Lo cambios en el estilo de vida, exigen un esfuerzo que implica erradicar el sedentarismo, aprender a comer y cultivar actitud mucho más positiva.
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